martes, 15 de febrero de 2011

Publicación en el diario El Popular, Cosquín 2011

   Publicación del día 09-02-2011.
 

Gustavo Corvi, folklorista

"El mejor escenario es el de la calle"
Darío Fariña
dfarina@elpopular.com.ar

   Desde hace cuatro años comenzó a vivir de la música. Del folklore, ese que llevó en la sangre desde pibe. Una serie de problemas personales hizo que su vida cambiara casi completamente y a partir de ahí Gustavo Corvi, nativo de Sierra Chica, encontró en la música ese cable a tierra que necesitaba, la veta que le permite vivir feliz, en contacto con la gente, con las raíces de la tierra.

   Se reparte el tiempo entre Olavarría y Catamarca. Ha subido a muchos escenarios, con muchas anécdotas lindas para contar, pero todavía no ha podido estar en Cosquín, por ejemplo. "Sería lo máximo estar allí" reconoce este sierrachiquense de 47 años, padre de Emiliano (21) y Daniela (16).

   Pero la vida lo ha ido llevando por otro lado. En algún momento tocó fondo, pero gracias a la música ha logrado volver a sonreír, con la gente delante suyo, ahí nomás. "Por eso siempre digo que el mejor escenario es el de la calle. A veces sólo separado de la gente por el cordón de la vereda, pero es hermoso ese cara a cara con los que te están escuchando. Ves que disfrutan con el folklore, con lo que uno canta, y de esa manera me han invitado a muchísimos lugares y he ido a tocar. Eso es algo impagable. Hoy vivo de la música gracias a Dios, y me hace bien. Yo era carnicero y estuve 25 años detrás de un mostrador, encerrado en mi trabajo sin mirar alrededor, pensando en cómo seguir creciendo. Tuve mucho y lo perdí todo, pero las cosas pasan por algo. Estoy recuperándome muy bien, lo económico se soluciona de a poco, pero hace cuatro años que aprendí a vivir otra vida" dice Gustavo, quien acaba de estar por tercera vez en la ciudad cordobesa de Cosquín y que desde siempre anduvo con la guitarra, "pero antes sólo cantaba para mis amigos", dice.
   "Esta fue la tercera vez que voy a Cosquín y las dos veces anteriores estuve en las peñas. No es fácil eso, porque tocás y cantás a cualquier hora, hay que estar esperando dos o tres horas para que llegue tu turno y encima gratis, porque no te dan absolutamente nada. En cambio ahora decidí llevarme el equipo de sonido y canté en la calle, y fue increíblemente espectacular, una gran experiencia, y además vendí los 100 CD que llevé" agregó Corvi, quien estuvo junto con Los Manseros Santiagueños e, inclusive, subió al escenario de este reconocido conjunto de folklore, en la peña que hicieron en el club Independiente.

   "Porque además de dejar feliz a la gente, hice muchos contactos para ir a cantar a otros lugares del país. Por eso anduve recientemente por Río Gallegos y Santiago del Estero, con Los Manseros. Subí para cantar dos temas y terminé cantando cinco. Pero Catamarca es como mi segunda casa; allá he inaugurado hoteles, he ido a muchas fiestas de folklore, todos los domingos se canta en la Plaza del Folklore, en Valle Viejo, y allí estoy también, como en la Fiesta del Poncho, que es una de las más importantes y tradicionales" siguió explicando mientras habla de esta nueva tierra, Catamarca, que lo ha cobijado. "Tiene lugares bellísimos, como las cuestas del Portezuelo y del Totoral, también Belén, Andalgalá, El Rodeo, La Junta", agregó este fanático de León Gieco y de Sergio Galleguillo, la voz de Los Amigos, de quien admira su estilo. "Y por León toco la armónica; también toco el bombo, pero lo mío es la guitarra", dice Gustavo, autor de -por ahora- cuatro temas que regala en cada presentación, y que en 2008 hizo su primer disco.

   Pero este "tercer Cosquín" lo ha marcado. "Allí tuve la posibilidad de tocar con el percusionista de Roxana Carabajal y me invitó a ir a Santiago del Estero para grabar un segundo trabajo discográfico. Ellos tienen un estudio de primer nivel. Y tocar en la peña de los Manseros fue único, porque la gente opinaba que este año fue la mejor de Cosquín. Esa fue una noche soñada, no podía creer la respuesta de la gente que no me dejaba bajar del escenario. Para un solista, eso fue más que gratificante. Además, comienzan a abrirse puertas para seguir creciendo", siguió comentando Gustavo.

   "También estuve en otras dos peñas, de los balnearios del río Cosquín, Marimont y Azul Nivelador. Pero sin dudas que la mejor y más linda experiencia fue cantar durante esas seis noches en la peatonal de Cosquín; era algo que me debía y que quería hacer, así que gestioné el permiso diez meses antes, me lo dieron en la Municipalidad y entonces me llevé el equipo de sonido. Así pude lograr esa especie de sueño, porque se vive algo diferente al estar en contacto tan cercano con la gente, es inexplicable e inigualable. Eso me fortaleció para seguir haciendo lo que siempre quise y amo, que es el folklore" terminó diciendo Corvi.

FUENTE: Diario El Polular

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